Por mucho que uno lo intenta, es imposible mantenerse alejado de los políticos, que no es lo mismo que de la política.
La vivienda es un punto clave en la economía pero lo que es aún mas importante, la vivienda es un punto clave en el desarrollo humano.
Todo el mundo coincide que la vivienda es un derecho universal y básico, pero la perspectiva de como se manifiesta ese derecho varía mucho dependiendo de las ideologías y sobre todo de los intereses y del oportunismo.
Los políticos son oportunistas, buscan como objetivo principal el mantenerse en puestos que le proporcionan dinero, estatus, influencia y/o incrementen su orgullo y egocentrismo y por lo tanto tienen que realizar promesas electoralistas cortoplacistas (alguno coherente también ha existido). Inversión en carreteras e inauguración de las mismas, subida de salarios y pensiones (aunque sea algo ínfimo), cambios en legislaciones como educación, sanidad, costas, etc… Todo aquello que sirva para colgarse medallas de forma rápida.
¿Porqué no se desarrollan políticas de viviendas que asegure alojamiento a personas con escasos recursos y rompa las corrientes especulativas que hace que la vivienda sea inaccesible para los salarios medios? Muy simple, ejecutar esas acciones conlleva la sincronización de muchas administraciones, la coordinación de muchos estamentos (nacional, autonómico y local) y sobre todo, lo que más influye, conlleva tiempo.
Demasiado tiempo que no abarca una legislatura y por lo tanto no incide en las elecciones y la posibilidad de ser reelegidos. Eso no interesa por qué la medalla es posible que se la cuelgue la oposición si destronamos al político que ha iniciado esa inversión social y económica. Y si eso ocurre ¿Para qué se va a molestar en desarrollar soluciones a un problema social si no va a repercutir en su reelección?
Cortoplacismo a costa del sufrimiento y de un bien básico, pero lo importante, todos sabemos que es mantener el sillón o al menos tener preparada la puerta que lleve a un buen puesto y bien pagado.